Por la avenida lánguida 1
El viento ronronea
Estremecido
Y el sol se desespereza
Sobre la rama
Florecida de pájaros
ha posado su vuelo tu palabra última
Y tu mirada
Tiembla bajo mis párpados
El viento ronronea
Estremecido
Y el sol se desespereza
Sobre la rama
Florecida de pájaros
ha posado su vuelo tu palabra última
Y tu mirada
Tiembla bajo mis párpados
2
Prole gentil del céfiro y la aurora,
nacida con el don de la belleza;
gracias con que la gran naturaleza
ríe, y su augusta majestad decora
nacida con el don de la belleza;
gracias con que la gran naturaleza
ríe, y su augusta majestad decora
3
Es tan fuerte las palabras con tú mirada que mi corazón se destroza.
Es tan fuerte tú indiferencia que mis ojos lloran.
Te hablo y no me contestas te observo y tus ojos se cierran, tus brazos se cruzan y no comprendo por que no me respondes. ¡Oh que pesar! observar que te cambias y te preparas para la gran separación y tú indiferencia continua y tú boca no me responde.
Es tan fuerte tú indiferencia que mis ojos lloran.
Te hablo y no me contestas te observo y tus ojos se cierran, tus brazos se cruzan y no comprendo por que no me respondes. ¡Oh que pesar! observar que te cambias y te preparas para la gran separación y tú indiferencia continua y tú boca no me responde.
4
¿A dónde fuiste, Amor; a dónde fuiste?
Se extinguió del poniente el manso fuego,
y tú que me decías: «hasta luego,
volveré por la noche»... ¡no volviste!
Se extinguió del poniente el manso fuego,
y tú que me decías: «hasta luego,
volveré por la noche»... ¡no volviste!
5
Un silencio de aire, luz y cielo.
En el silencio transparente
el día reposaba:
la transparencia del espacio
era la transparencia del silencio.
La inmóvil luz del cielo sosegaba
el crecimiento de las yerbas.
En el silencio transparente
el día reposaba:
la transparencia del espacio
era la transparencia del silencio.
La inmóvil luz del cielo sosegaba
el crecimiento de las yerbas.